Las disfunciones sexuales abarcan aquellas situaciones en las que la respuesta sexual o la satisfacción sexual de la persona se ve afectada. Este tipo de situaciones afectan a ambos sexos, tanto a hombres como a mujeres. Existen multitud de situaciones diferentes que impiden la respuesta sexual o la satisfacción sexual, al igual que muchas causas que originan estas dificultades.
Las disfunciones sexuales afectan aproximadamente a un 50% de la población. En muchas ocasiones, estos problemas pueden desaparecer de forma espontánea, pero en otras circunstancias es necesario acudir a un profesional. En este último caso, es muy importante que la consulta no se demore demasiado, pues dificulta la posterior intervención, alargándose en el tiempo el problema ocurrido.
Tipos de Disfunciones Sexuales
Disfunciones sexuales en hombres
Según el DSM-5, Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, las disfunciones sexuales más frecuentes en hombres son las siguientes:
Eyaculación Retardada
En la Eyaculación Retardada se produce involuntariamente un retardo marcado de la eyaculación o se produce una infrecuencia marcada o ausencia de la eyaculación. Estos síntomas aparecen a pesar de existir excitación sexual en la persona afectada. Estos problemas sexuales han de permanecer durante seis meses como mínimo para poder diagnosticar esta disfunción sexual.
La Eyaculación Retardada provoca un gran malestar significativo en el individuo, afectando notablemente a su área personal. En la mayoría de los casos, la Eyaculación Retardada suele tener un origen primario, es decir, aparece desde el inicio de la vida sexual de la persona. No obstante, también es posible que sea secundaria, aunque es menos frecuente. En este caso, la Eyaculación Retardada suele provocarse por la ingesta de medicamentos, drogas o por algún otro problema médico.
En el origen de la Eyaculación Retardada influyen causas orgánicas y psicológicas. Entre las causas psicológicas más frecuentes se encuentran las siguientes:
- Estilo de apego evitativo.
- Miedo intenso a tener hijos, por lo que teme dejar embarazada a su pareja.
- Ansiedad durante la relación sexual, produciéndose un bloqueo eyaculatorio. esto se deriva de la excesiva autoobservación.
Trastorno Eréctil
El Trastorno Eréctil se caracteriza por alguna de los siguientes síntomas:
- Dificultad marcada para conseguir una erección durante la actividad sexual
- Dificultad mantener la erección hasta finalizar la actividad sexual
- Reducción marcada de la rigidez de la erección.
Al igual que en la disfunción anterior, para diagnosticar un Trastorno Eréctil estos síntomas han de permanecer durante seis meses como mínimo. Estos problemas sexuales ocasionan un gran malestar en la vida de la persona afectada, por lo que es muy importante realizar una temprana intervención. Además, impide una satisfactoria relación sexual, por lo que la relación de pareja se ve afectada.
Las causas que pueden originar un Trastorno Eréctil son muy diversas, entre ellas encontramos alteraciones orgánicas y factores psicológicos. Entre los factores psicológicos más frecuentes encontramos los siguientes:
- Estrés.
- Trastornos de Ansiedad.
- Miedo a las relaciones sexuales.
- Creencias erróneas sobre la sexualidad.
Además de estas causas, un Trastorno Eréctil también puede ser provocado por los efectos secundarios de algunos fármacos.
Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo en el varón
El Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo en el varón se caracteriza por fantasías o pensamientos sexuales o eróticos y deseo de actividad sexual reducidos o ausentes de forma constante o recurrente.
Estos problemas sexuales han de permanecer durante seis meses como mínimo para poder diagnosticar esta disfunción sexual. Estos síntomas provocan un gran malestar significativo en el individuo, afectando notablemente a su área personal.
El Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo puede aparecer de forma primaria, cuando la persona afectada nunca ha experimentado mucho interés o deseo sexual, o de manera secundaria, cuando la persona afectada anteriormente si sentía deseo sexual.
Eyaculación Prematura (precoz)
La Eyaculación Prematura se caracteriza por un patrón persistente o recurrente en la que la eyaculación producida durante la actividad sexual en la pareja sucede en el minuto siguiente a la penetración vaginal y antes de que lo desee el individuo.
El diagnóstico de Eyaculación Prematura se puede aplicar también a individuos que practican actividades sexuales no vaginales, no obstante, no se ha establecido criterios específicos de duración.
De la misma forma, para diagnosticar este trastorno es necesario que los síntomas experimentados permanezcan durante seis meses como mínimo. Provoca un gran malestar en la persona, tanto a nivel personal como en las relaciones de parejas.
Con respecto a las causas de la Eyaculación Precoz, son muy variadas. Incluyen factores orgánicos y otros ambientales como puede ser el nivel de excitación del hombre. No obstante, actualmente no existen estudios que avalen una causa para el origen de la Eyaculación Precoz.
La mayor parte de los casos de Eyaculación Precoz tienen un origen psicológico, por lo que la Terapia Psicológica resulta fundamental para tratar estos problemas sexuales. Uno de los factores más comunes entre los psicológicos es la ansiedad en el momento de la actividad sexual. Otros factores frecuentes en la aparición de Eyaculación Precoz son los siguientes:
- Hábitos sexuales erróneos.
- Prácticas sexuales inadecuadas.
- Masturbación apresurada.
- Pobre autoconocimiento corporal.
- Baja seguridad de autocontrol.
- Mensajes represores de la sexualidad.
- Inseguridad.
- Miedos ante la actividad sexual.
- Estrés.
- Trastornos del Estado de Ánimo.
Disfunciones sexuales en mujeres
Según el DSM-5, Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, las disfunciones sexuales más comunes en mujeres son las siguientes:
Trastorno Orgásmico femenino
El Trastorno Orgásmico femenino se caracteriza por un retraso marcado, infrecuencia marcada o ausencia de orgasmo o por una reducción marcada de la intensidad de las sensaciones orgásmiscas. Estos síntomas aparecen tras una etapa de excitación sexual normal.
De la misma forma, para diagnosticar este trastorno es necesario que los síntomas experimentados permanezcan durante seis meses como mínimo. Provoca un gran malestar en la persona, tanto a nivel personal como en las relaciones de parejas.
El Trastorno Orgásmico femenino o anaorgasmia puede ser primario, es decir, puede aparecer al comienzo de la vida sexual, o, por el contrario, secundario, lo que quiere decir que anteriormente no se ha presentado este tipo de problemas sexuales.
Trastorno del Interés/Excitación Sexual femenino
El Trastorno del Interés/Excitación Sexual femenino se caracteriza por alguno de los siguientes síntomas:
- Interés ausente o reducido en la actividad sexual.
- Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos.
- Inicio reducido o ausente de la actividad sexual y habitualmente no receptiva a los intentos de la pareja por iniciarla.
- Excitación o placer sexual ausente o reducido durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones de la actividad sexual.
- Excitación o placer sexual ausente o reducido en respuesta a cualquier invitación sexual o erótica, interna o externa.
- Sensaciones genitales o no genitales ausentes o reducidas durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones de la actividad sexual.
Los problemas sexuales han de perdurar en el tiempo como mínimo seis meses para poder diagnosticar este trastorno. Al igual, afecta notablemente a la vida de la persona afectada, provocando un gran malestar personal y problemas en las relaciones de pareja.
El Trastorno del Interés/Excitación Sexual femenina puede aparecer de forma primaria, es decir, la persona afectada nunca ha experimentado mucho interés o deseo sexual, o de manera secundaria, cuando la persona afectada anteriormente si sentía deseo sexual.
En ocasiones extremas, en el Trastorno del Interés/Excitación Sexual femenino, la persona afectada no sólo carece de deseo sexual, sino que las actividades sexuales le parecen algo repugnante.
Trastorno de Dolor Genito-Pélvico/Penetración
El Trastorno del Dolor Genito-Pélvico/Penetración se caracteriza por dificultades sexuales persistentes:
- Dificultad de la penetración vaginal durante las relaciones sexuales.
- Marcado dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones vaginales o los intentos de penetración.
- Marcado dolor o ansiedad de sentir dolor vulvovaginal o pélvico antes, durante o como resultado de la penetración vaginal.
- Tensión o contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de penetración vaginal.
Los síntomas mencionados han de perdurar al menos durante seis meses. Además, provocan un gran malestar en la vida de la persona afectada, a nivel personal y en sus relaciones de pareja.
El dolor que siente la persona se caracteriza por ardor, quemadura, contracción o dolor cortante. Se suele localizar en la parte extrema de la vagina, en la parte interna o en la región pélvica y en el abdomen.
La mayoría de las mujeres ha sufrido en alguna actividad sexual dolor vaginal, no obstante, este trastorno se caracteriza por un dolor muy intenso que aparece en todas o casi todas las relaciones sexuales y durante un largo periodo de tiempo.
Con respecto a las causas del Trastorno del Dolor Genito-Pélvico/Penetración se encuentran orgánicas y psicológicas. Entre las causas psicológicas más frecuentes destacamos las siguientes:
- Miedo intenso a la actividad sexual.
- Excesiva tensión en el momento de la relación sexual.
- Autoobservación de dolor. Si continuamente la persona piensa durante la relación sexual que el dolor va a aparecer es más probable que se produzca.
Es frecuente que una persona que sufre un Trastorno del Dolor Genito-Pélvico/Penetración, desarrolle en un futuro un Trastorno Orgásmico femenino, debido al abandono y miedo de las relaciones sexuales.
Consecuencias de las Disfunciones Sexuales
Las Disfunciones Sexuales impiden el desarrollo de una vida sexual plena, afectan a la salud física y psicológica, y a la autoestima de la persona afectada. De la misma forma, en caso de tener una relación de pareja, afecta notablemente a las relaciones sexuales y afectivas.
Las personas que presentan alguna disfunción sexual experimentan sentimientos de culpabilidad, desamor e incapacidad sexual, por ello, resulta fundamental realizar una Intervención Psicológica para evitar que se produzcan estas consecuencias.
Psicólogos especialistas en el tratamiento de las Disfunciones Sexuales
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