En una pareja se producen varios momentos de cambio a lo largo del tiempo, momentos muy significativos en la vida de las parejas. Es habitual que en los periodos de cambio se produzcan algunas dificultades o problemáticas en la pareja, ya que requiere de una adaptación a la nueva situación en la que se encuentran los miembros de la pareja.
Actualmente, muchas parejas acuden a consulta debido a pequeños periodos de crisis o constantes conflictos que han generado un gran malestar en la pareja. Habitualmente, estos periodos de crisis se originan debido a un momento de cambio o a una transición en la pareja. Un periodo de cambio puede generar un gran estrés en la pareja, por lo que da lugar a múltiples conflictos que pueden llegar a afectar a la comunicación de la pareja, a las relaciones sexuales y afectivas y a la vida diaria de la misma.
¿Qué cambios originan dificultades en la pareja?
Una pareja a lo largo de su relación vive diferentes situaciones de cambio y transición, las cuales generan ciertas dificultades en la vida cotidiana de la misma. A continuación, se detallan las situaciones que generan mayores dificultades en la pareja en función de lo observado en nuestro centro de Psicología y Logopedia.
Consolidación de la pareja
La consolidación de una relación requiere de un periodo de cambio en la pareja. Una relación suele comenzar a través de la atracción física y sentimental que existe entre los miembros de la pareja. Al comienzo de una relación predomina la pasión que sienten los miembros de la pareja, no hay cabida para conflictos o discusiones sino que la gran atracción física y emocional que sienten el uno por el otro impide la real exploración y conocimiento de la pareja.
Tras este periodo pasional, si la relación continúa, experimenta un periodo de consolidación en el que la relación se vuelve más estable y los miembros de la pareja se conocen con mayor profundidad. En este periodo los conflictos y las discusiones aparecen de forma más frecuente, no obstante, los miembros de la pareja aprenden a solucionarlos de forma conjunta y a empatizar con la otra persona. Además, en este periodo es cuándo la pareja comienza a tomar decisiones de forma conjunta y a conocer y aceptar a su pareja.
Al comienzo de este periodo la pareja puede presentar algunas dificultades relacionadas con la gestión de emociones, la resolución de conflictos y la toma de decisiones. Es el primer momento en el que la pareja aprende a gestionar conjuntamente sus emociones y conflictos, por lo que requiere de un proceso de adaptación y aprendizaje. Esto quiere decir que es habitual que en este paso a un amor consolidado se generen conflictos y discusiones en la pareja.
Nacimiento del primer hijo
Es muy frecuente que tras el nacimiento del primer hijo la pareja sufra una crisis significativa. Normalmente, se origina en el primer año de vida del pequeño, dando lugar a múltiples discusiones y conflictos en la relación.
El nacimiento de un hijo genera multitud de cambios a nivel personal y de forma conjunta en la pareja. En este momento, además de las emociones generadas tras el parto, hacer frente a pequeños conflictos ocasionados en la relación puede provocar un gran malestar en ambos miembros de la pareja. Habitualmente, los padres sienten emociones muy intensas y, a veces, incluso contradictorias, por lo que gestionar un desacuerdo en la pareja resulta muy complicado.
Tras el nacimiento del bebé, la pareja se desestabiliza y requiere de un proceso de adaptación a la nueva situación familiar, la cual ha sido modificada por completo. En este proceso de adaptación, los padres han de realizar una re-definición de roles, es decir, han de interiorizar su nuevo rol o función: ser padres. Este cambio de rol lleva asociado numerosos cambios vitales, en la vida social, familiar, personal y de pareja. Por ello, en el comienzo de este periodo es habitual que en la pareja predominen los conflictos y las discusiones. Normalmente, muestran dificultades para gestionar las emociones y para solucionar los pequeños desacuerdos diarios, no obstante, tras el periodo de adaptación los padres suelen aprender a controlar sus emociones y a dialogar y conversar con su pareja para solucionar los conflictos.
Consecuencias de los cambios en la pareja
En primer lugar, algunos periodos de cambio en la relación de pareja pueden provocar una serie de conflictos que dan lugar a un deterioro de la relación. A veces, al no adaptarnos a la nueva situación o no solucionar de forma adecuada los diferentes conflictos, la pareja llega a optar por la ruptura de la relación. Por ello, es muy importante aprender a gestionar las emociones y los diferentes conflictos para evitar la separación de la pareja.
Además, algunos cambios en la relación de la pareja generan un gran malestar y sufrimiento emocional a ambos miembros de la pareja. La convivencia comienza a ser insostenible debido a la cantidad de conflictos y discusiones que surgen, lo que genera problemas mayores en la relación. Los problemas más frecuentes que se suelen generar a partir de periodos de cambio son:
- Problemas en la comunicación de la pareja.
- Dificultades para dialogar y resolver de forma adecuada los conflictos
- Problemas en la vida sexual de la pareja.
- Dificultades para llegar a acuerdos.
- Ruptura de la pareja.
¿Por qué es importante realizar una Intervención psicológica en los cambios vitales de la pareja?
Realizar una Intervención Psicológica en las etapas de cambios vitales en la pareja es importante para evitar que los conflictos y las dificultades ocasionadas lleven a un empeoramiento significativo de la relación. En Terapia Psicológica las parejas aprenden habilidades y estrategias para afrontar las discusiones y los problemas diarios de forma asertiva. Propicia que ambos miembros de la pareja empaticen con su pareja y comprendan sus sentimientos y pensamientos.
Desarrollar este tipo de habilidades permite solucionar los conflictos ocasionados en el día a día, facilitando que la pareja se mantenga unida a pesar de las dificultades presentadas. La Intervención Psicológica evite que se ocasione una ruptura anticipada u otros tipos de alteraciones mayores en la pareja, potenciando el bienestar emocional de ambos miembros de la pareja.
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