Los niños pasan una gran parte del día jugando, corriendo, saltando, haciendo deporte en actividades extraescolares, o bailando. En definitiva, los pequeños no suelen parar quietos ni un solo segundo al día. Es importante estimular habilidades y competencias físicas, sociales, académicas y personales. Sin olvidar que además de esta estimulación y activación, los niños y niñas también necesitan un espacio donde aprender a relajarse.
La infancia es un periodo en el que los niños están constantemente aprendiendo cómo gestionar las situaciones y sus emociones. Especialmente experimentan emociones de enfado, rabia, o miedo. A través de los ejercicios de relajación podemos enseñar a los más pequeños cómo pueden afrontar estas emociones y conseguir un estado de tranquilidad y calma.
¡Practica los ejercicios de relajación con tu peque y disfruta de un momento de tranquilidad en casa!
Consejos para practicar los ejercicios de relajación infantil
Antes de practicar los ejercicios tienes que tener claro:
- Hay que crear una rutina y practicar con frecuencia para desarrollar la habilidad
La relajación es una habilidad como cualquier otra, por lo tanto, necesita de un periodo de aprendizaje y entrenamiento. Se recomienda establecer una rutina diaria para practicar los ejercicios de relajación infantil en casa. Los beneficios de los ejercicios de relajación se obtendrán tras el entrenamiento constante y diario de la relajación. - Aunque en los primeros días te digan «jo, no quiero», «me aburro», «no me sale». PERSEVERA. Es normal que durante las primeras experiencias con una dinámica de relajación infantil se experimente rechazo. Ten en cuenta que aprender a relajarse requiere esfuerzo y disciplina, por lo que al principio suelen ser actividades que causan rechazo, así que hay que persistir.
- Un adulto tiene que estar presente y practicar de forma simultánea. Durante ese proceso de aprendizaje es fundamental la guía de los padres y madres.
- Al terminar la actividad de relajación infantil, pregúntale como se ha sentido y que te puntúe del 1 al 10 cuanto se ha relajado. Podéis hacer una tabla donde anotéis el grado de relajación y la parte del cuerpo que más se ha relajado. Será genial poder observar la evolución a lo largo de las semanas.
Los mejores Ejercicios de Relajación en niños
La mayoría de los ejercicios de relajación en niños se basan en la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson. La relajación muscular progresiva de Jacobson se basa en ejercicios musculares de tensión-relajación de los diferentes grupos musculares. El objetivo de esta técnica de relajación es reconocer las señales físicas de estrés y ansiedad a través de la contracción de las distintos grupos musculares. Inmediatamente después de tensar hay que aprender a solar, y relajar los músculos.
En este artículo vamos a darte dos ejemplos clásicos de ejercicios de relajación. La relajación muscular de Koeppen y la Primavera. Esperamos que los disfrutes y te sirvan para crear buen ambiente en casa:
Procedimiento de Relajación Muscular de Koeppen
Para realizar la relajación muscular de Koeppen con los peques, es importante crear un ambiente cómodo y divertido. Utilizad ropa holgada, que permita realizar fácilmente los ejercicios de relajación, y una luz tenue. Se han dividido en función de los grupos musculares que se trabajan en cada ejercicio.
Edad Recomendada
La edad recomendada para practicar los siguientes ejercicios de relajación es de los 6 a los 10 años.
¿Cuándo practicar?
Se recomienda practicar un ejercicio o dos por día durante 10-15 minutos. Al final de la tarde es un fantástico momento para practicar:
- Manos y brazos: Pide al pequeño que imagine tener un limón en la mano izquierda y que lo exprima tanto como pueda para sacarle el jugo. Una vez que lo exprima, le pediremos que tire el limón. Haced este ejercicio tres veces en la mano izquierda y tres en la mano derecha.
- Brazos y hombros: Imaginad que sois un gato perezoso que desea estirarse. Para ello, deberéis estirar los brazos frente a vosotros lo máximo que podáis y, poco a poco, ir levantándolos progresivamente hacia la cabeza. Una vez situados hacia arriba, deberéis llevarlos hacia atrás. Por último, dejarlos caer hacia abajo. Repetid este ejercicio cinco veces.
- Hombres y cuello: En este ejercicio el niño deberá imaginar que es una tortuga. Deberá imaginar que está sentado encima de una roca, tranquilo y relajado al calor del sol. Pero, de repente, se acerca un animal peligroso. Para hacer frente al peligro deberá meterse en su concha. Por ello, tendréis que poner la cabeza metida entre sus hombros, simulando que está dentro del caparazón, para afrontar el peligro. Pasados unos segundos, el animal se va y podéis relajaos de nuevo. ¡Cuidado¡ El animal vuelve, corred a vuestra posición segura. Repetid cuatro veces este ejercicio.
- Mandíbula: Para tensar la mandíbula deberéis imaginar que coméis un enorme chicle en la boca, el cual está muy duro y os cuesta mucho masticar. Tras unos segundos masticando, tirad el chicle. Repetid este ejercicio tres veces.
- Cara, nariz y frente: Para trabajar estos músculos, deberéis imaginar que una mosca muy pesada y molesta se os ha posado en la cara. ¡Intentad espantarla sin utilizar las manos¡ Arrugad la nariz tanto como podáis. La mosca se ha ido, podéis descasad. Repetir el ejercicio dos veces.
- Estómago: Imaginad que estáis tumbados en el campo, relajados, escuchando el sonido de la naturaleza y de los pájaros. Mientras que estáis disfrutando de este cálido momento, aparece un elefante muy muy grande y se dirige hacia vosotros. El elefante va mirando el cielo y las nubes, por lo que no ve donde está pisando y se dirige hacia vosotros. Para evitar que os haga daño, deberéis endurecer mucho mucho el estómago. ¡Falsa alarma¡ El elefante ha decidido coger otro camino, relajaos. ¡Oh no¡ El elefante vuelve, endurecer de nuevo el estómago, rápido. Repetir el ejercicio tres veces. Además de este ejercicio, imaginad que tenéis que pasar por una valla muy muy pequeña. Para ello, tendréis que encoger el estómago lo máximo posible para poder pasarla. ¡Buen trabajo¡ Descansad, habéis conseguido pasar la valla. Repetir el ejercicio dos veces.
- Piernas y pies: Por último, imaginad que estáis descalzos ante un pantano de barro muy muy pesado. Meted los dedos de los pies dentro del barro, utilizad las piernas para ayudaros. Pasados unos segundos, salid del pantano de barro. Repetir el ejercicio dos veces.
Ejercicio de Relajación: La primavera.
Este tipo de ejercicios realiza actividades de tensión-distensión a la vez en todo el cuerpo. Una forma de realizarlo con los pequeños es pedirles que imagen ser un bloque de hielo, el cual se derrite lentamente y se convierte en una florecilla al llegar la primavera.
Se recomienda realizar el ejercicio con el peque y comenzad brincado, saltando, corriendo por la habitación. Pasados unos minutos, le explicamos que vamos a jugar a un juego denominado «La primavera». Es importante aclararle que durante la primavera la nieve se derrite y las flores vuelven a crecer.
El juego consiste en indicarle al niño que ha de correr, saltar, bailar… mientras escucha una música de fondo. En el momento en el que la portavoz (familiar que practica el ejercicio con el niño) diga la palabra «hielo», el pequé deberá imitarlo y quedar inmovilizado. Mientras tanto, deberá apretar los dedos, las manos, los hombres, la cabeza y las piernas. Deberá mantener esta posición hasta que el portavoz diga «Deshielo», en ese moemnto se podrá volver a saltar y jugar.
Repetir el ejercicio de relajación durante varias veces y por último, pronunciar la palabra primavera. En esta fase del juego el pequé imitará que ha quedado derretido en el suelo al llegar la primavera y se convertirá en una florecilla, la cual se irá levantando poco a poco.
Puedes consultar nuestro artículo sobre Juegos de Relajación Infantil, para consultar otro tipo de ejercicios y cuentos para practicar la relajación en casa con tus hijos.
Beneficios de los Ejercicios de Relajación en niños
Al igual que los adultos, los pequeños también se benefician de los ejercicios de relajación. Establecer una rutina diaria de ejercicios de relajación contribuye a mejorar la salud física y psicológica del pequeño. Entre los principales efectos positivos que conlleva la práctica de ejercicios de relajación en niños, destacamos los siguientes:
- Propia un estado de calma, bienestar y tranquilidad.
- Reduce la activación corporal propia de estados emocionales intensos.
- Enseña estrategias de regulación de emociones intensas.
- Mejora la calidad de sueño.
- Favorece la regulación sanguínea, el ritmo cardíaco y la respiración.
- Reduce la tensión muscular.
- Previene trastornos Psicomotores, al aumentar la conciencia del propio cuerpo.
- Mejora la capacidad pulmonar y el control respiratorio.
- Aumenta la consciencia de las emociones.
- Favorece el Autoconocimiento.
Si te has quedado con ganas de seguir aprendido trucos para aprender a relajarte, te recomendamos que disfrutes con la lectura de Técnicas de respiración y ejercicios de relajación para adultos.