Recuerdo con un inmenso cariño la primera vez que me reuní con una madre angustiada por no entender a su hijo y con lágrimas en los ojos me preguntaba si algún día su hijo hablaría. Tengo que decir que tuve que tragar en dos ocasiones para no derrumbarme con ella por ver el dolor y la angustia que sentía. AGRADECERLE que depositará en mí su máxima confianza.
A menudo los padres me consultan sobre los procesos del desarrollo del lenguaje y del habla infantil. Y con tanto exceso de información las familias se angustian y me comentan: «María ¡no me mira cuando lo llamo por su nombre!», «¡está a su bola!»,» ¡no dice mamá ni papá! «, » no me pide nada», «no entiendo lo que dice»
«¡Tranquilidad! ¡Calma! Qué no significa ya hablará cuando tenga 3 años ¡No!»
Como mujer y Logopeda no me gusta dar calendarios de desarrollo porque crean ansiedad en las familias y cada niño tiene su propio proceso del desarrollo del lenguaje. Tampoco me gusta «Etiquetar» a los niños porque ante todo son niños. Las etiquetas los acompañan toda la vida. Las sufren las familias y las padecen los niños.
Cada niña y cada niño son diferentes, y estas diferencias se muestran también en la forma en que se desarrolla su lenguaje. En esta etapa se presentan dificultades en el habla infantil o alteraciones del lenguaje que se pueden compensar o superar gracias al esfuerzo de la familia y al tratamiento logopédico.
Detectar una dificultad en el lenguaje o en el habla es el principal paso para consultar a un Logopeda.
El lenguaje se adquiere de manera innata, el cerebro está «programado» para extraer del medio las reglas gramaticales.
De 0 a 12 meses
En el primer año de vida los padres interpretan a los niños a través de la mirada, las vocalizaciones (balbuceo) y los gestos (utilizar el dedo índice para señalar). Los padres continuamente actúan como si los niños nos quieren comunicar algo. Este comportamiento mutuo convierte las interacciones de padres e hijos en estables y sociales. Estas funciones comunicativas serán la base necesaria para adquirir el lenguaje.
De 12 a 24 meses
A partir de los 12 meses los niños empiezan a decir bisílabos «pa,pa, ma,ma», que están desprovistos de sentido. Los padres las interpretan como palabras dandole un valor referencial para que el niño lo capte. A partir de este momento empieza a aprender palabras. Hasta los 18 meses utiliza aproximadamente 10 palabras diferentes y comprende órdenes sencillas (Ejemplo: dame la mano)
A partir de los 24 meses
Utiliza entre 20 y 25 palabras, frases de dos palabras y comprende órdenes complejas. (Ejemplo: Ve al cuarto y trae la pelota)
Signos de Alerta para Actuar
Lo primero hay que aclarar que los signos de Alerta no son signos de Alarma y que un signo de alerta aislado no significa nada. Qué si observáis un signo de alerta no quiere decir nada más que observéis a vuestro hijo y contactéis con un Logopeda para que os aclare las dudas.
A los 3 meses ausencia de sonrisa afectiva-social
A los 6 meses ausencia o pobreza de balbuceo.
A los 9 meses indiferencia ante los padres, no echa los brazos hacia la madre o el padre.
A los 12 meses no señala con la intención de pedir o compartir.
A los 18 meses la emisión de menos de 10 palabras y la falta de comprensión de órdenes simples.
Nuestro Reto: Te acompañamos
Si tenéis cualquier consulta o preocupación sobre el proceso de adquisición del lenguaje de vuestro hijo queremos guiarte en este fascinante momento de vuestras vidas. Os invitamos a que vengáis a conocernos para que te asesoremos sobre la etapa en la que se encuentra tu hijo.
En el caso que sea necesario actuar, apostar por una Intervención Temprana es una decisión que asegura los mejores resultados.
Nuestra labor es escuchar a la familia para dar las herramientas necesarias con las que combatir las dificultades que se presentan en el contexto familiar en colaboración con el entorno escolar.
