Mitos del Amor Romántico

El amor romántico está muy presente en la sociedad actual, a pesar de que en muchas ocasiones sea de forma inconsciente. Muchas personas mantienen una idea de amor romántico basado en las películas Disney, series de televisión o películas románticas. Es habitual que esta idea de amor romántico se intente extrapolar a las propias relaciones de pareja. No obstante, la realidad de las relaciones de pareja sanas es muy diferente a la realidad de una relación de pareja basada proyectada desde los mitos del amor romántico.

Al estar tan presente en la sociedad, el amor romántico genera expectativas irreales en las personas, lo que provoca que se sientan infelices en sus relaciones de pareja, incluso cuando se trata de una relación sana y deseada. En este artículo vamos a desmontar los mitos más comunes acerca del amor romántico. Nuestro objetivo es desmitificar muchas afirmaciones que se han considerado durante mucho tiempo como verdades absolutas, a la vez que generan relaciones de pareja tóxicas.

los mitos del amor romántico

 

10 mitos del Amor Romántico

Hemos seleccionado los mitos del amor romántico que encontramos con más frecuencia tanto en las consultas individuales, como en las Terapias de pareja en Málaga o en la Terapia por Ruptura de pareja.

 El amor todo lo puede

La creencia de que el amor todo lo puede hace referencia a la idea de que una relación de «amor verdadero» puede superar todos los obstáculos e impedimentos generados a lo largo de la relación de pareja. Además, este mito conlleva la idea de que el amor lo «cura» todo. Es decir, a la hora de solucionar los problemas, este mito asume que con amor es suficiente.

La realidad es que el amor no lo puede todo. Los problemas de pareja no se solucionan únicamente con amor y cariño.  Este mito genera una gran dificultad en el afrontamiento de las discusiones conyugales. En muchas ocasiones, el mito sirve de excusa para evitar afrontar ciertos cambios en la relación de pareja. Es necesario tener especial cuidado con este tipo de creencias, ya que pueden generar un gran daño en la relación de pareja.

Mi media naranja

Este mito se basa en la creencia de que existe una persona ideal para cada uno de nosotros. Según este mito, tenemos predestinada una persona, la cual es nuestra pareja ideal o media naranja, por lo que solo hay una elección posible para nuestro amor verdadero. Conlleva la creencia o exigencia de que la pareja ha de ser nuestra «alma gemela», perfecta y compatible en todos los aspectos a nosotros.

La aceptación de este mito conlleva un gran riesgo de sentirse decepcionado, frustrado, e incluso, triste. Estas emociones aparecen debido a la creencia o expectativa de ser almas gemelas, compatibles en todos los aspectos.

Quien te quiere te hará llorar

Este es un mito que ha reinado en nuestra sociedad durante muchísimos años. Afortunadamente, cada vez  más personas son conscientes de que es tan solo un mito y, por lo tanto, no tiene ninguna veracidad. Sin embargo, aún está presente la idea del mismo.

Durante mucho tiempo se ha pensando que el amor conlleva sufrimiento y llanto. Numerosos son los refranes asociados a esta idea: «donde hay amor, hay dolor», «amores reñidos son los más queridos». Esta idea del amor romántico normaliza el sufrimiento dentro de las relaciones de pareja, concibiéndolo como algo perenne en el amor. No obstante, el sufrimiento, el llanto y la tristeza son elementos que no han de ser soportados en la relación de pareja.

Esto no quiere decir que, ante una discusión puntual, se generen estas emociones. Las discusiones son habituales en las relaciones de pareja sanas, a diferencia de muchas creencias. No obstante, existen determinadas relaciones en las que los conflictos, las discusiones y el daño forman parte del día a día, sin la existencia de amor y cariño hacia la pareja. Es en estas situaciones, donde este mito genera un mayor daño.

Los polos opuestos se atraen

Este mito hace referencia a la creencia de que dos personas opuestas o diferentes en muchos aspectos, sienten una mayor atracción y complicidad entre ellos que si tuvieran mayores similitudes. Es decir, según este mito, las personas con intereses, gustos, personalidades, metas…, diferentes, se sentirán muy atraídas la una a la otra.

Suele imponerse la creencia de que dos personas opuestas o diferentes, en muchos aspectos, tienen la suerte de complementarse la una a la otra.  La realidad dista mucho de ser así. No significa que una persona no se pueda sentir atraída hacia una persona con ideales, valores e intereses diferentes. No obstante, esta relación de pareja, en la mayoría de los casos, no sería especialmente fructífera. Se debe a que, los conflictos y las discusiones conyugales ocasionados por estas diferencias son muy difíciles de gestionar debido a la falta de similitud.

Amor a primera vista

La creencia del amor a primera vista supone asumir que ante un primer contacto es posible enamorarse de la otra persona. Es un mito que siempre ha estado muy presente en la población, no obstante, la realidad es que lo que se produce en un primer contacto no es «amor a primera vista». En realidad, se trata de atracción física y pasión, motivados por la apariencia física, el olor e, incluso, el tono de voz de la otra persona.

En algunos casos, la atracción física y la pasión sentidas en ese primer contacto, puede evolucionar hacia una relación de pareja sana. Sin embargo, en primer lugar, es necesario un proceso de conocimiento y descubrimiento de la otra persona, más allá de la apariencia física.

Los celos son una prueba de amor

Este mito hace referencia a la creencia de que sentir celos es una prueba de amor hacia nuestra pareja. Es decir, los celos actúan como una prueba de amor ya que muestran el temor de perder a la pareja, por lo que nuestros sentimientos de amor y cariño son «verdaderos».

No obstante, este mito no está en lo cierto. Los celos suelen ser frecuentes en muchas relaciones, donde el control y la desconfianza son los protagonistas de la relación de pareja. Los celos generan dolor y sufrimiento en una relación de pareja. Haciendo referencia al ya mencionado mito de «quien te quiere te hará llorar», el amor no conlleva sufrimiento y dolor, por lo que los celos no se tratan de una prueba de «amor verdadero».

Exclusividad

Este mito conlleva la creencia de que estar enamorado de una persona impide sentir atracción/deseo por otras. Es decir, según este mito estar en una relación de pareja es incompatible con sentir atracción hacia otras personas.

Este mito genera grandes daños en las relaciones de pareja, ya que, en muchas ocasiones, puede generar inseguridad respecto a los sentimientos que se tienen hacia la pareja. Las personas que creen en este mito, manifiestan miedo ante la posibilidad de sentirse atraídas por otras personas, ya que lo consideran como una «infidelidad», incluso solo de pensarlo, y como un acto de desamor hacia su pareja.

El amor verdadero lo perdona todo

Este mito hace referencia a que el amor verdadero perdonará todos los errores y fallos de la pareja. Todos hemos perdonado y nos han perdonado errores, ya que todos en algún momento de nuestra vida hemos cometido un fallo. No obstante, estar enamorado de una persona no implica estar en la obligación de perdonarle todo. En muchas ocasiones, un error puede ocasionar mucho daño y sufrimiento a un miembro de la pareja. Perdonar este tipo de actos puede que vaya en contra del propio bienestar e, incluso, de los valores.

En toda relación de pareja han de existir unos límites, establecidos por ambos miembro de la pareja. Perdonar un fallo o error es una decisión personal que el miembro de la pareja ha de tomar. No obstante, no ha de verse como una obligación, ni priorizar el amor a todo lo demás.

Pasión eterna

El mito de la pasión eterna es uno de los mitos que actualmente siguen más vigentes en la sociedad. Este mito conlleva la creencia de que el amor verdadero es aquel que mantiene la pasión y el amor romántico y pasional de la primera época de la relación, durante todo su curso.

No obstante, la realidad es muy diferente a la creencia que implica este mito. La pasión y el amor romántico y pasional de los primeros momentos de la relación de pareja no perduran a lo largo de la relación. Suelen estar presentes únicamente al comienzo de la misma. Sin embargo, esto no significa que el amor se termine. En las relaciones de pareja duraderas y maduras, predomina la «pasión y amor romántico» a través de pruebas diarias que demuestran afecto, dedicación, cariño, respeto y preocupación hacia la pareja.

Para ser feliz tengo que tener pareja

Siempre se nos ha transmitido la necesidad de encontrar pareja para ser feliz. Se ha impuesto como una meta necesaria para alcanzar la felicidad. A través de las películas infantiles, los anuncios, e, incluso los cuentos, se genera la idea de que la única forma de conseguir un bienestar total es a través de una relación de pareja.

Sin embargo, la realidad se aleja mucho de la ficción. Es cierto que el sentimiento de amor hacia otras personas nos proporciona felicidad y bienestar. No obstante, el amor no solo se manifiesta hacia la pareja, sino que esta emoción también es compartida hacia familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.

La felicidad se alcanza a través de la consecución de nuestras metas, siendo fiel a nosotros mismos y queriéndonos tal y como somos. Sentir amor hacia la propia persona es un pilar fundamental para alcanzar la felicidad y el bienestar, a la vez que es esencial para nuestra autoestima.

¿Crees que nos falta algún mito del Amor romántico? ¿Cuál has experimentado?

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