En consulta atendemos a personas que no se sienten felices con algunos aspectos de su vida. A menudo nos preguntan «¿Por qué no soy feliz?». Muchas personas se sienten perdidas, con sensación de vacío, tristeza, o dolor… y sobre todo tienen insatisfacción con alguna o varias áreas de su vida.
En este artículo vamos a repasar los 10 «No soy feliz …» más habituales en consulta. Sin embargo, antes de adentrarte en su lectura, te proponemos coger un lápiz y papel para anotar qué es para ti la Felicidad. Después continua con la lectura. Este mini ejercicio te ayudará a descubrir algunos aspectos sorprendentes:
No soy feliz con mi pareja
«Quiero a mi pareja pero no soy feliz». Numerosas personas piensan o creen que no son felices con su pareja, aunque aparentemente en la relación no haya ningún conflicto. ¿Por qué ocurre esto? Existen diferentes posibilidades. No obstante, es muy habitual que las personas que afirman no ser felices con sus parejas, no estén cómodas o satisfechas con algún aspecto de la relación. La mayoría de las veces, las personas siguen enamoradas de sus parejas, sin embargo, hay algún aspecto de ellas o de la relación entre ambos que no funciona como debería.
Es común tener una idea de relación inspirada por los mitos del amor romántico, no obstante, la realidad se diferencia mucho de esto. Una pareja requiere cuidado, trabajo, esfuerzo, respeto, dedicación…, lo cual no resulta tan fácil como nos hacen creer. Muchas veces, a las parejas se les olvida cuidar la relación, lo que provoca conflictos internos, que originan la infelicidad.
Otros aspectos comunes son la presencia de sentimientos de rencor hacia la pareja debido a una infidelidad perdonada, la ausencia de pasión en la relación o la negación de que la relación ha podido terminar. Estos aspectos pueden dañar mucho a ambos miembros de la pareja, generando infelicidad, por lo que es necesario trabajarlos y tomar una decisión con respecto a la pareja.
No soy feliz con mi trabajo
Desde pequeños, comenzamos a soñar con nuestro trabajo perfecto y dedicamos mucho esfuerzo y tiempo a formarnos para conseguir este objetivo. No obstante, a veces esta meta es difícil de lograr.
Es probable que antes de conseguir el trabajo soñado, tengamos que superar muchas dificultades para conseguir nuestro objetivo. Pero, ¿qué pasa una vez que llegamos a nuestra meta? Siempre pensamos que una vez conseguido nuestro trabajo perfecto, todo iría sobre ruedas.
Sin embargo, muchas personas cuando llegan a este objetivo, no son felices con sus trabajos. ¿Por qué? Esto se debe a que siempre que conseguimos nuestros objetivos, queremos seguir avanzando, conseguir metas más altas, por eso, cuando llegamos a nuestra «cima», de repente vemos que la montaña es mucho más alta. Por ello, es muy importante seguir marcándonos metas y objetivos realistas para seguir creciendo a nivel profesional.
A veces, nuestro trabajo soñado no es el que más feliz nos hace, sino que se trata de un escalón para conseguir crecer y desarrollarnos profesionalmente. Es fundamental valorar los aspectos positivos de nuestro trabajo, hacer especial hincapié en lo que estamos aprendiendo y disfrutar de lo que estamos haciendo.
No soy feliz conmigo mismo/misma
Es muy frecuente que las personas acudan a consulta debido a que se sienten infelices con sigo mismas. Esta infelicidad puede deberse a muchos motivos.
Los motivos más frecuentes son por el rumbo que ha tomado la vida de la persona o debido a la imagen que la persona tiene de si misma. Puede estar provocado por una baja autoestima, dependiente de la valoración de otras personas. Estos hechos provocan que una persona se sienta infeliz, insegura, cansada, triste, sola, vacía…
En la mayoría de los casos, desde que crecemos nos imponemos a nosotros mismos un ideal, un «yo deseado», el cual rara vez se logra conseguir. Es importante tener un «yo ideal» para seguir creciendo, no obstante, no es sano imponerlo como una obligación o nivel al que tenemos que llegar para ser personas respetables y felices.
No soy feliz con mis estudios
No ser feliz con los estudios que se han escogido es un hecho muy frecuente en los jóvenes. Muchos inician una formación profesional sin tener claro realmente qué es lo que les apasiona. Tras un periodo de formación, piensan que se equivocaron al escoger qué estudiar. No obstante, es importante reflexionar acerca de ello y valorar si otros aspectos han podido influir en la infelicidad que sienten hacia su formación.
Cuando ocurre esto, muchas personas tienen miedo de tomar la decisión de abandonar sus estudios y escoger otros, debido al temor de volver a equivocarse. Sin embargo, es muy importante que la formación profesional elegida sea algo importante para la persona, de forma que disfrute de este periodo de aprendizaje. Para evitar volver a tomar una decisión inadecuada, es importante realizar un trabajo de autoconocimiento y valorar cuales son las metas, sueños y objetivos de la persona, y enfocar su profesión a partir de ellos.
No soy feliz y no sé por qué
Todas las personas, en algún momento de sus vidas se plantean el «porque no soy feliz», sintiendo un vacío existencial, sin saber qué rumbo tomar, ni qué hacer para decidirlo. Es muy habitual encontrar en consulta a personas que se sienten tristes, apagadas, sin objetivos, que no son felices pero que no saben el porqué.
Desde pequeños, tenemos un ideal impuesto por la sociedad que pensamos que nos hará feliz. Sin embargo, si seguimos este ideal sin tener en cuenta nuestros propios sueños y metas, no conseguiremos ser felices con nuestras vidas. A pesar de estar socialmente estipulado como hemos de vivir la vida, es importante dejar esto atrás y centrarnos en aquello que realmente nos hace felices. Por ello, lo primero que debes hacer es pensar en tus sueños, tus metas, y marcarte objetivos para conseguir todos ellos. Si no sabes que es lo que realmente podría hacerte feliz, es necesario un trabajo de autoconocimiento, para reflexionar acerca de lo que te apasiona y sobre cómo quieres enfocarlo.
No soy feliz sin pareja
Socialmente siempre nos han enseñado que para ser feliz es necesario establecer una relación de pareja, no obstante, esto es totalmente falso. Esto ha provocado que muchas personas crean que no tener pareja significa no tener nada que aportar a los demás o «ser raro/a». Sin embargo, la realidad es que no tener pareja no está relacionado con ser infeliz. Es más, no tener pareja permite dedicar tiempo a otros aspectos de nuestras vidas que nos hacen profundamente felices, como puede ser crecer y conocernos mejor a nosotros mismos, disfrutar de la familia y de los amigos, crecer profesionalmente, etc.
Aquellas personas que no se han enfrentado a la soledad, piensan que no tener pareja es objeto de infelicidad, debido a que nunca han disfrutado de un periodo de tiempo a solas. Por ello, las personas que siempre han tenido pareja y tienen que enfrentarse a un periodo de «soledad» sienten miedo e infelicidad al estar solas. No obstante, conocerse a uno mismo y disfrutar de la soledad, puede ser un momento muy deseado para todas las personas.
A pesar de hablar de soledad, es necesario hacer hincapié en que no tener pareja no significa estar solo. Las personas sin pareja pueden tener grandes amistades y familiares que le proporcionan apoyo y satisfacción.
No soy feliz con mi cuerpo
Muchas personas acuden a consulta porque no se sienten cómodas con su propio cuerpo, provocando una gran infelicidad en ellas. Esto se debe a los ideales impuestos por la sociedad, generando que muchas personas no se sientan felices con ellas mismas debido a que no alcanzan estos ideales de belleza.
No alcanzar estos ideales genera una baja autoestima, malestar, vergüenza,… por lo que es muy común que las personas se sientan infelices. Es frecuente que estas personas ocupen gran parte de su tiempo comparándose con modelos, chicos y chicas «perfectos», lo que genera una mayor inseguridad e infelicidad. Por ello, es importante señalar que los ideas de belleza actuales son irreales e insanos, sin embargo, originan una baja autoestima en la mayoría de los adolescentes de nuestra sociedad.
No soy feliz con mi vida
Muchas personas no se sienten felices con la vida que llevan, debido a que han tomado un camino diferente al que tenían previsto o porque no han logrado conseguir aquello que se propusieron. De una forma u otra, esto genera mucha infelicidad, decepción e, incluso, culpabilidad.
Conseguir nuestros objetivos, la vida que siempre soñamos, no es fácil. Quedarnos en la mitad del camino nos genera inseguridad, tristeza, agotamiento… Por esta razón, es importante mantener siempre unos objetivos y metas realistas, y descomponerlas en pequeños triunfos, para asegurar su consecución.
Además, a veces se nos olvida valorar las pequeñas cosas del día a día, aquellas que siempre están y disfrutamos, pero sin valorar la importancia que tienen. Es fundamental saber valorar cada pequeño detalle de nuestro día a día, disfrutando de las cosas más insignificantes e importantes a la vez.
No soy feliz con mi familia
Sentirse infeliz con la familia es una cuestión muy habitual, no obstante, suele costar mucho alejarse de la misma. A veces, hay muchos conflictos en la familia, debido a una falta de entendimiento o coordinación, los cuales generan sentimientos de rabia e ira en los miembros de la familia.
Esta rabia puede llegar a provocar sentimientos de infelicidad en la familia, a veces incluso provoca el deseo de alejarse de ella. Sin embargo, siempre es importante buscar el conflicto interno de la familia y valorar si tiene solución.
En muchos casos, se piensa que alejarse de la familia, romper el vínculo con esta, es imposible. Sin embargo, esto no es cierto. Existen muchas personas que han roto con este vínculo, o simplemente han tomado distancia con su familia, con el objetivo de ser felices. En muchas ocasiones, las personas se ven inmersas en una familia con la que no se sienten felices, no obstante, se sienten culpables por simplemente pensar en alejarse de ella.
No soy feliz con mi bebé
Suele ser habitual que una mamás, tras tener a su bebé, se sienta infeliz, ansiosa, sola y triste. Esta es una cuestión que provoca un gran malestar, ya que el hecho de sentirse tristes e infelices con su bebé les genera un gran sentimiento de culpabilidad. No obstante, es normal que se originen estos sentimientos, ya que muchas de ellas se sienten agotadas y solas en el gran cuidado que exige un bebé. Esta falta de tiempo para ellas mismas, para cuidarse y divertirse, les genera un gran sentimiento de infelicidad.
Muchas madres piensan que sentirse de esta forma no es compatible con querer a su bebé, y esto es totalmente incierto. Todas las madres adoran a su bebé, no obstante, esto no quiere decir que su vida tenga que desaparecer por completo y ceñirse simplemente al cuidado de su hijo. Es fundamental destinar un tiempo para cuidarse y divertirse con los amigos y la pareja, ya que es necesario no olvidar que la vida de las mamás no gira solamente en torno al cuidado de su bebé.
No soy feliz con lo que tengo
A veces, llega un momento en nuestras vidas en el que nos damos cuenta de que no somos felices con aquello que tenemos. Si no soy feliz con nada puede ser porque no hayamos conseguido nuestro principal objetivo o meta en la vida o, porque, a pesar de haberlo conseguido, no nos sentimos tan felices como esperábamos. Esto último puede deberse a que en realidad aquello que siempre hemos querido no es lo que más deseamos. En muchas ocasiones, tenemos que realizar un gran trabajo de autoconocimiento para valorar qué es aquello que realmente nos hace felices, para luchar y esforzarnos por conseguirlo.
Si se trata de que no hemos conseguido aquello que siempre habíamos deseado, es importante reconocer que nunca es tarde para luchar por ello. Es cuestión de planificar nuestra meta, marcándonos objetivos pequeños y realistas para llegar a ella.
En otras ocasiones, las personas viven de acuerdo a lo que su entorno u otros han decidido por ellas, por lo que realmente no han decidido sus propios objetivos y metas. Esto provoca una gran infelicidad cuando se consigue aquello que se «deseaba de forma impuesta» y no se obtiene la satisfacción y felicidad esperada.
No soy feliz ¿Qué hago?
Todas las situaciones anteriores generan un gran malestar y preocupación en las personas. Por ello, te proponemos una serie de consejos para que disfrutes más de tu día a día y consigas reestablecer tu estado de felicidad:
- Autoconocimiento: en primer lugar, es importante favorecer el autoconocimiento. Descubrir cuales son tus mayores sueños, tus pasiones, aquello que te ilusiona. Para ello, es importante que reflexiones mucho acerca de tus expectativas futuras, sin tener en cuenta lo que es socialmente apropiado o correcto.
- Aceptación: es fundamental aceptar cuales son tus miedos, inseguridades, pasiones… sin juzgar cada uno de ellos. Aprender a quererte tal como eres ayudará a que te sientas mejor contigo mismo y, por lo tanto, a ser feliz y disfrutar de tu día a día.
- Aumentar la Resiliencia: la resiliencia es la capacidad de afrontar los problemas y fortalecerse con ellos. La felicidad también es una cuestión de actitud, por ello, es importante cambiar nuestra actitud ante los problemas y contemplarlos como una posibilidad para aprender y crecer como personas.
- Valorar lo que tenemos: esto es un tópico de la felicidad, no obstante, es totalmente cierto. Valorar las pequeñas cosas del día a día nos ayuda a mantener un estado de bienestar y felicidad. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de las cosas positivas que tenemos a nuestro alrededor, por lo que es muy importante aprender a observarlas.
- Descompone tus metas en pequeños logros: descomponer las metas en pequeños logros nos permite apreciar y celebrar los triunfos que se han logrado, reconocer el trabajo y esfuerzo que le hemos dedicado, y guiarnos en la consecución de nuestros objetivos.
Gracias por todas las palabras , y las reflexiones. Mí di cuenta que tengo que trabajar en mí el autoconocimiento. Gracias