La ansiedad y la preocupación tienen una importante función adaptativa. Nos preparan para futuras situaciones problemáticas y/o peligrosas. Esta preocupación y/o ansiedad nos permite solucionar y anticipar una situación, saliendo beneficiados de ella. No obstante, si la ansiedad y la preocupación se convierten en algo excesivo comienzan a actuar de forma desadaptativa, provocando un gran malestar en la persona.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es uno de los más comunes dentro de los Trastornos de la Ansiedad. Este trastorno afecta aproximadamente al 6% de la población, siendo más frecuente en mujeres que en hombres. Se trata de un trastorno muy incapacitante, produciendo un gran impacto en la vida de la persona. El TAG se caracteriza por una preocupación y ansiedad excesiva, persistente y difícil de controlar, por lo que limita en gran medida a la persona que lo padece.
El TAG puede presentarse de forma primaria, originándose al comienzo de la adolescencia o edad adulta, o aparecer de forma secundaria, es decir, asociado o provocado por otro Trastorno de Ansiedad. Además, la comorbilidad del TAG con otros trastornos mentales es muy frecuente.
Síntomas del Trastorno de Ansiedad Generalizada
El TAG se caracteriza por una ansiedad y preocupación constante y excesiva relacionadas con diferentes sucesos de la vida diaria. La ansiedad y la preocupación presentada son desproporcionadas en intensidad, duración o frecuencia con relación al suceso real que las ha provocado. La persona presenta pensamientos continuos sobre un posible peligro futuro que se experimenta como aversivo e incontrolable. No obstante, este posible peligro es muy improbable, o de suceder es menos aversivo e incontrolable que como piensa la persona.
La persona que sufre este trastorno presenta serias dificultades para controlar la preocupación y la ansiedad que siente. Los síntomas del TAG más característicos son:
- Inquietud o sensación de estar muy nervioso o agobiado.
- Constante ansiedad y preocupación por situaciones de la vida diaria.
- Hipervigilancia de los estímulos temidos.
- Sensación de incontrolabilidad.
- Fácilmente fatigado y cansado.
- Dificultad para concentrarse o pensar.
- Irritabilidad constante.
- Tensión muscular.
- Alteraciones del sueño habitual, presentando dificultades para dormir o continuos despertares.
- Incapacidad de encontrar soluciones.
- Dificultades para tomar decisiones.
- Excesiva vulnerabilidad y preocupación por el fracaso.
- Intolerancia a la incertidumbre.
Preocupaciones más frecuentes en TAG
Las situaciones que suelen generar la ansiedad y la preocupación características de este trastorno son circunstancias de la vida diaria. Entre las más frecuentes encontramos las siguientes:
- Problemas en la familia, como algunos conflictos o discusiones.
- Preocupaciones relacionadas con las relaciones interpersonales, como la creencia de que sus amigos le van a dar de lado.
- Situación económica.
- Competencia en el trabajo.
- Llegar tarde a algún sitio.
- Actividades o deberes diarios como las tareas domésticas.
- Preocupación sobre la imagen que tienen de él sus amigos y/o familiares.
- Conflictos interpersonales.
- Pagar una factura antes del plazo.
- Vestimenta para una determinada ocasión.
¿Qué causa el Trastorno de Ansiedad Generalizada?
En la aparición del Trastorno de Ansiedad Generalizada intervienen factores biológicos y psicológicos. Existe una hipersensibilidad neurobiológica al estrés genéticamente determinada, la cual unida a cierta vulnerabilidad psicológica puede provocar la aparición del TAG.
Entre los factores psicológicos que frecuentemente originan una vulnerabilidad psicológica a la ansiedad encontramos los siguientes:
- Experiencia temprana de traumas o vivencias de rechazo de los padres.
- Enfermedad o muerte de un familiar cercano.
- Agresión física o sexual.
- Conflictos emocionales con familiares o amigos.
- Maltrato verbal.
- Situaciones estresantes.
- Situación económica desfavorable.
- Apego inseguro en la infancia.
- Rechazo en el colegio o instituto.
- Falta de estrategias y habilidades para afrontar el estrés y las situaciones problemáticas.
Consecuencias del TAG
El TAG supone una constante preocupación por cuestiones de la vida diaria, por lo que la persona se encuentra la mayor parte del día pensando en la posibilidad de que suceda algo problemático o aversivo. Esto supone una gran limitación para la mayoría de los ámbitos de la vida. Afecta a su entorno social, familiar y laboral ya que las constantes preocupaciones le impiden seguir con sus actividades sociales o sus obligaciones profesionales. Las relaciones sociales y familiares suelen deteriorarse ya que ocupa gran parte de su tiempo únicamente a estar pendiente de las posibles consecuencias de los eventos, dejando a un lado muchas actividades y aficiones.
Por otro lado, a nivel personal la persona siente un gran sufrimiento y malestar emocional ya que la ansiedad es constante durante todo el día. Se encuentra ansiosa y preocupada, propiciando que no disfrute de las actividades y aficiones, lo que genera un gran malestar general.
¿Por qué es importante realizar una Intervención Psicológica en el TAG?
Realizar una Intervención Psicológica en el TAG resulta fundamental para aliviar la ansiedad y la preocupación que siente la persona. El objetivo de la Terapia Psicológica es dotar a la persona de habilidades y estrategias para gestionar situaciones problemáticas o aversivas, facilitando la resolución de problemas. Esto permite que las preocupaciones y la ansiedad disminuyan al encontrar una posible solución en caso de que el evento temido suceda.
Además, al mejorar la ansiedad y la preocupación características del TAG, genera un gran cambio en todos los ámbitos de su vida. Es decir, mejora sus relaciones sociales y familiares y su funcionalidad en el entorno profesional. Permite que la persona vuelva a disfrutar de sus aficiones y actividades diarias sin estar pensando de forma continuada en todos las posibles situaciones conflictivas de la vida diaria.
Psicólogos especialistas en el Trastorno de Ansiedad Generalizada
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