Situaciones de Pareja difíciles

A menudo las relaciones amorosas pasan por situaciones difíciles y complicaciones que ponen a prueba la continuidad de la relación amorosa. A lo largo de una vida es frecuente que las relaciones atraviesen por distintas etapas y periodos. Será en estos momento cuando la pareja tendrá que decidir si es conveniente seguir con la relación, o romperla definitivamente.

Como Psicólogos Especialistas en Amor y relaciones interpersonales hemos seleccionado las 5 complicaciones amorosas que nos consultan las personas con más frecuencia.

mi pareja me miente

Mi pareja me ha pedido un tiempo

Establecer un periodo de pausa y tiempo en la relación genera grandes sentimientos de confusión emocional e incomprensión. Este periodo de tiempo puede darse de mutuo acuerdo o solo por un miembro de la relación. En esta última opción, la pareja suele sentirse muy confundida, ya que no entiende porqué su pareja ha decidido pedirle un tiempo. Cuando tu pareja decide pedirte un tiempo o, por el contrario, tu eliges pedirle un periodo de pausa a tu pareja, es muy importante explicarle con claridad los motivos que te han llevado a tomar esa decisión.

Los sentimientos de incomprensión que se generan en el otro miembro de la pareja se deben a la falta de conocimiento del motivo real que ha llevado a la pareja a pausar la relación, generando frustración y temor ante la ruptura definitiva. En muchas ocasiones, este tiempo se desea solo para reflexionar acerca de algunos aspectos de la relación que no funcionan, lo que permite en muchos casos fortalecer la relación.  En otros casos se generan dudas acerca de los sentimientos que se tienen hacia la pareja y finalmente este tiempo es el principio de la ruptura definitiva.

Ya sea una opción u otra, es fundamental dialogar con la pareja y explicarle el motivo por el cual se ha decidido pedir un tiempo. ¡Honestidad, por favor! 

¿Qué puedo hacer si mi pareja me pide un tiempo?

Ante esta situación, lo primero que debes hacer es dialogar, pide que te explique y clarifique los motivos que le han llevado a tomar esa decisión. Es necesario valorar cual es el objetivo de tu pareja, es decir, es importante saber porqué necesita este tiempo para pensar y reflexionar. Una vez que te clarifique todo ello, los sentimientos de incomprensión desaparecerán en gran medida.

Tras este primer periodo de comunicación de los motivos que han llevado a la toma de decisiones, es importante que respetes la decisión de tu pareja y le des la pausa que te ha pedido para que reflexione y piense sobre aquello que le preocupa de la relación. Es un momento muy difícil para la mayoría de las personas, ya que genera mucho miedo y duda acerca de si la relación ha llegado a su fin. Ante este temor, es común insistir a la pareja y mantener un contacto continuo con la misma. Esta reacción suele complicar la situación amorosa más aún. Es importante dar espacio y tiempo, disminuye el contacto, las llamadas e incluso los mensajes. Insistir puede tener el efecto contrario al que deseas, es decir, puede generar sentimientos de agobio, lo que puede provocar que tome una decisión impulsiva acerca de vuestra relación.

A pesar de que es importante darle a la pareja el espacio y pausa que ha pedido, también es esencial dialogar con ella para establecer un límite de tiempo. Es decir, es importante que exista una perspectiva temporal y no se viva este periodo de pausa como un infinito indefinido. Aprovecha este periodo de tiempo para reflexionar acerca del porqué habéis llegado a este punto en la relación, sobre el funcionamiento de la relación y acerca de ti mism@. Aunque haya sido tu pareja la que ha tomado la decisión de establecer un periodo de pausa, no significa que no lo puedes aprovechar tanto como él/ella.

Mi pareja tiene dudas

La mayoría de las personas se han tenido que enfrentar a numerosas dudas acerca de su relación. Especialmente, cuando la relación se mantiene estable y la «magia» del principio ha disminuido. A veces, un miembro de la relación tiene dudas debido a esto último. Esto quiere decir que, debido a la idea preconcebida de amor romántico, una vez que la «magia» del principio de la relación se desvanece y aparece la rutina, muchas parejas piensan que al amor y pasión han desaparecido, lo que les genera dudas. En muchas otras ocasiones, las dudas son ocasionadas pos cambios propios de la persona, es decir, cambios en su interior o cambios externos.

¿Qué puedo hacer si mi pareja tiene dudas?

Ante esta situación, es necesaria la comunicación y el diálogo en la relación. Es decir, es importante mantener una conversación con tu pareja para clarificar las dudas que se han generado y los motivos de esas dudas. Cuando se expresa que existen dudas, el otro miembro de la relación suele sentirse dolido, no querido y con miedo de perder a su pareja. Por ello, hablar abiertamente sobre las dudas y los motivos que las han generado va a ayudar a que ambos miembros de la relación vivan este periodo de dudas como un crecimiento y fortalecimiento de la pareja.

Dialogar sobre ello no es suficiente, es decir, ambos miembros de la relación han de trabajar en equipo para resolver las dudas del cónyuge. Es decir, si las dudas se han originado debido a la falta de pasión en la relación, pueden actuar como un agente de cambio de la relación de pareja, fortaleciéndose a través del trabajo de ambos miembros de la relación.

No obstante, si se trata de dudas acerca de los sentimientos hacia la otra persona, el cónyuge deberá iniciar un periodo de autoconocimiento para resolverlas y valorar los sentimientos que tiene hacia su pareja. Ya sea una razón u otra, es fundamental dialogar con la pareja acerca de las dudas y preocupaciones, y mantener una conversación sincera y honesta. Puede que las dudas se deban a algún aspecto de la relación de pareja que ha dejado de funcionar (las muestras de cariño han disminuido, las discusiones son cada vez más frecuentes, proyectos de vida muy diferentes…). Aprovechad este periodo de dudas para reflexionar acerca del porqué habéis llegado a este punto y si es posible solucionar las dudas del cónyuge, o en su caso, de ambos.

Mi pareja no me valora

Percibir que tu pareja no te valora puede generar un gran malestar emocional, tristeza, sentimientos de falta de cariño y afecto, dolor, e incluso decepción. Es fundamental ser muy objetivos en este aspecto ya que, a veces, no se trata de que el cónyuge no valore suficiente a su pareja, sino que la propia persona no se valora a sí misma como debe. En la mayoría de los casos, el cónyuge que se siente poco valorado, presenta una autoestima muy baja, así como una gran dependencia emocional. Esto genera grandes necesidades de afecto y muestras de cariño de su pareja, que, en muchas ocasiones, no le aporta lo suficiente, generando el sentimiento de no sentirse valorado.

¿Qué puedo hacer si mi pareja no me valora?

En muchas ocasiones, el cónyuge puede percibir que su pareja no le valora pero no sabe realmente el porqué. Es importante valorar los motivos por los que piensas que tu pareja no te valora, es decir, observar las situaciones que generan los sentimientos de tristeza y decepción. Una vez que has clarificado los motivos por los que te sientes así, debes mantener una conversación sincera y honesta con tu pareja. No se trata de realizar comentarios críticos y quejas acerca de lo poco que tu pareja te valora, sino de explicar como te sientes y las situaciones que han generado estos sentimientos.

En lugar de mostrarle como una exigencia que te valore, puedes pedirle a través de una comunicación asertiva, lo mucho que te gustaría que te mostrara que te quiere y aprecia. Puedes consultar en nuestro artículo sobre Asertividad, la importancia de la comunicación respetuosa y honesta en pareja y algunas actividades para poner en práctica el estilo de comunicación asertivo.

Existen otras situaciones en las que el miembro de la relación que se siente poco valorado realmente está dentro de una relación de pareja tóxica y no está recibiendo el afecto propio de una relación de pareja sana. En este caso, hay que tomar decisiones, valorar la historia de la pareja para poder, o bien realizar terapia de pareja para mejorar la relación, o bien tomar decisiones para romper con la relación definitivamente.

Mi pareja me miente

Las mentiras pueden acabar con cualquier tipo de relación, ya sea familiar, social o de pareja. Cuando descubres que tu pareja te ha estado mintiendo, ya sea en aspectos más importantes o en pequeñas cosas del día a día, se genera un sentimiento de decepción, enfado, tristeza, y sobre todo, desconfianza. La pareja suele mentir para evitar el conflicto, la discusión, o el enfado del otro cónyuge. Es probable que la pareja utilice un estilo de comunicación pasivo/agresivo y, por lo tanto, poco asertivo. Si quieres puedes profundizar sobre los estilos de comunicación en las relaciones personales.

¿Qué puedo hacer si mi pareja me miente?

Cuando descubrimos que nuestra pareja nos ha estado mintiendo en pequeñas cosas de la vida diaria, se genera un sentimiento de frustración y desconfianza, que hace tambalear la relación. No solo por las pequeñas mentiras que pueden parecer insignificantes, sino por el miedo de que el cónyuge esté mintiendo en muchos otros aspectos más graves y relevantes para la relación.

En primer lugar, cuando la pareja descubre que su cónyuge le ha estado mintiendo, es importante detenerse unos minutos antes de reaccionar de forma agresiva o impulsiva. Posteriormente, es necesario mantener una conversación con la pareja para dialogar acerca de las mentiras y los motivos que las provocan. Es decir, si se deben a un intento de evitar un enfado, o con el objetivo de ocultar algo más grave.

Para evitar que tu cónyuge te mienta, es fundamental la expresión de los sentimientos y emociones. Es decir, es esencial que le transmitas a tu pareja como te están haciendo sentir sus «pequeñas» mentiras, así como la desconfianza que se está generando en la relación, ya que, en la mayoría de los casos, se miente para evitar un daño, no para generar malestar en el cónyuge.

Mi pareja no me hace feliz

Esta situación es muy frecuente en las relaciones de pareja. En muchas ocasiones, si recordamos el principio de nuestra relación y lo comparamos con la actualidad, nos damos cuenta de que no somos felices con nuestro cónyuge. Aparentemente, todo continua con normalidad, al igual que en el principio de la relación. No obstante, sientes que tu relación de pareja no te hace feliz.

Este sentimiento de infelicidad puede deberse a la idea preconcebida del amor romántico. Una vez que la magia y la pasión se desvanecen, unido a la rutina y al trabajo, muchas parejas se mantienen estancadas en una relación que no les aporta felicidad. Esto se debe a la falta de cuidado, cariño, respeto y dedicación.

¿Qué puedo hacer si no soy feliz con mi pareja?

Ante esta situación, es importante ser objetivos y profundizar en los motivos por los cuales sentimos dicha infelicidad. Dialogar y mantener una conversación sincera con el cónyuge también ayuda a aclarar y reflexionar acerca de los aspectos de la relación que están generando la insatisfacción. No obstante, antes de mantener esta conversación con el cónyuge es fundamental tener claro nuestros sentimientos hacia él y si queremos continuar con la relación.

En caso de querer continuar con la relación, es necesario que colaboréis como pareja para resolver los aspectos que están generando la infelicidad. El objetivo es emplear este periodo de malestar conyugal para fortalecer y facilitar el crecimiento personal y conyugal. Mantener una conversación y reflexionad acerca de los motivos que han generado el malestar, así como las situaciones que han provocado dichos motivos. Se trata de contemplar este periodo como una oportunidad de mejorar vuestra relación de pareja.

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